viernes, 5 de febrero de 2010

Yo que nunca pinté la realidad,
yo que ni pensar en un trazo;
que sin saber de lo simple y lo complejo;
que sólo, solo, solía silbar
bajo el frío de los párpados.

Yo que de mí nunca supe
más que poco menos aún que nada,
encontré un azul
-de unicornio y aire-.

Un azul de luna y de canción,
de sueño en sueño.

Yo que basta, para tú, cerrar la vista,
porque te pienso
y extraño,
desde siempre.

Y así es:
hay ojos que dan sentido;
que tienden a hacerse uno,
y mirar la eternidad
en las manos de un cíclope.

A toda hora,
en los relieves de la luz,
y en su ausencia,
cómo te amo.

2 comentarios:

José Antonio Iñiguez Narváez dijo...

Y así es;cuando menos se piensa: llega y persiste en la luz diurna o en la gélida sombría. Así es este ajedrez del amor juju un gusto leerte Gery. Oye brother en q escuela estudias? Bueno, me voy. Cuidece. Un abrazo colega.

Anónimo dijo...

compañero!.. que interesantes versos.. siempre me llevas a estadios dionisíacos.. a pesar.. de la "pureza" en éstas letras.. siempre naufrago.. en mi yo descentrado.. al pié!.. cariños

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