Yo no sé. Hay tanto destino y tanta vida. Se abren unas alas de agua, rugen la canción que nos heredó el silencio.
Y el tiempo se astilla cuando nos batimos, cuando creemos amar la claridad y la sencillez; cuando no basta el fuego para destruir las cosas que han pasado sobre nosotros; cuando las ideas clavan su delgado cuerpo en la coraza del siempre.
Mil paladares se enroscan en la misma palabra. Hay versos de calor y de frío, pero nunca al revés. Nunca la muerte en la pupila de un gorrión, o de una madre que regala vidas que no posee; sangre inventada, que brota por meros rezos; piel de ausencia y de lucha.
Yo no sé, pero no hace falta. Está ese universo que se teje con lágrimas; con sueños de tierra y luz; con trozos, con simples andrajos de voz; jirones de locura, cuando la tendencia hace más cómodo no entender.
A mí qué me va a importar lo que pasa en lunas diferentes. A mí qué me importa si la rueda avanza hasta aquí, acumulando huesos a cada paso. Qué caso tiene preocuparse por esa huella que se va dibujando lentamente entre las nubes.
Nadie es fugaz, hasta que se da cuenta de ello.
3 comentarios:
"Nadie es fugaz, hasta que se da cuenta de ello".
Ah. Es uno de esos sentimientos, los precisos. Creo que una de esas cosas principales para el humano es eso: vivir o no con la intermitencia de un instante. Y ese instante es la vida misma.
Me gustó, ojos. Como siempre, tu arte me fascina.
Mil besos, hasta donde estés.
Cada metáfora, cada comparación, me lleva a pensar en un sinfín de reflexiones. Siempre me han gustado tus composiciones porque tienen cierta carga de tópicos filosóficos. Eso me fascina. Me encanta porque tiendo a reparar en cada frase y en su papel en toda la composición, en su conjunto. Y aún siguen los elementos opuestos que se relacionan entre sí, que me vuelven loca y le dan sentido a todo.
Siempre un placer leerlo. Muchos saludos. Pásela muy bien.
Me ha gustado el texto ;)
Saludos desde chihuahua!!
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