No es por mí
que se abre la ráfaga.
Si un planeta
clava dedos al viento,
como en cabellera;
como en lila amanecer
de sortijas;
como discordantes ojos
en la niebla.
No es por mí
que hay temblores
bajo tanta piel, y
entre el aroma pausado
de las coincidencias.
Una palabra metálica
pone a vibrar la soledad.
Tengo anónimas ideas
de polvo con silencio.
No es por mí
que siga pasando…
No hay comentarios:
Publicar un comentario